viernes, 28 de febrero de 2014

siempre existen dos lados.

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. 
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos ni promesas… comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza alta y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para tus proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío. 
Hablar puede aliviar los dolores del alma… descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida. 
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que lo amigos cambian. Te darás cuenta de que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el hecho de disfrutar su compañía. 
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esa persona que la queremos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que la veamos.. Descubrirás que lleva mucho tiempo llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. 
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlan y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuanto de delicada y frágil sea una situación: Siempre existen dos lados. 
La paciencia requiere mucha práctica. 
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te de la espalda cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.


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